Queridos miedos, sé que me han estado acompañando en una gran parte de mi vida, limitándome a arriesgarme a hacer cosas que siempre he anhelado. Sé que siempre estarás en mí pero no es justo dejar de permitirme disfrutar de la vida y de las oportunidades de riesgos que ésta me ofrece; son estos miedos e inseguridades las que no me permiten avanzar, las que no me permiten vivir y disfrutar de cada momento que transcurre en mi vida pero he decidido enfrentarte y empezar a colocar luz roja a la idea de que sigas dominándome porque es hora de crecer y asumir retos que siempre pospuse por ti, mi espíritu tiene sed de riesgos y sé que no lo lograré saciarlos si dejo que sigas invadiendo mi ser.
Fue realmente un gusto
conocerte, gracias a ti aprendí a ser valiente pero es hora de experimentar lo
desconocido e ir más lejos de lo que creo que puedo lograr.
Con cariño, lo más profundo
de mi ser.
Es hora de dejar a la *otra* atrás...
ResponderEliminar